“Ecclesia Semper
reformada est”
¡Bienvenidos!
Hoy os voy a traer una entrada muy necesaria a la hora de hablar sobre
Inglaterra y el siglo XVI, ya que si pensáis un momento la reforma anglicana es
lo primero que recordáis sobre este periodo y este país.
No obstante,
antes de adentrarme en esta entrada, es importante tener en cuenta que la
Reforma no apareció en una cristiandad en la que se hubiera debilitado el
sentimiento religioso, sino en un mundo en el que estaban aumentando las
exigencias espirituales, las cuales no eran satisfechas por la Iglesia.
Asimismo, y en el caso inglés, se sumó la necesidad del monarca de crear un
poder al que no tener que someterse.
A principios
del siglo XVI, en Inglaterra, se constatan los mismos abusos eclesiásticos que
en el resto de Europa, es decir, acumulación de riquezas, absentismo,
mediocridad pastoral, exclaustración de los religiosos… A ello se unía las
exacciones financieras de la Curia, la confusión entre lo temporal y lo
espiritual, y la constitución de una escuela humanista alrededor de Thomas More
o John Colet.
Thomas More [Retrato de Hans Holbein, el Joven] |
No obstante,
pese a una buena acogida de las ideas luteranas por parte de algunas humanistas
de Cambridge (entre ellos el famoso Thomas Cranmer), el soberano redactó una
refutación contra ellas que le valió el título de Defensor de la fe (paradójico
cuanto menos). Esto último lo realizaba a la vez que crecía su preocupación por
la excesiva riqueza de la Iglesia, sobre la cual no tenía poder alguno.
Su cambio de
política, sin embargo, llegó como consecuencia de la negativa del Papa Clemente VII a su anulación matrimonial con Catalina de Aragón (hija de los Reyes
Católicos y tía del emperador Carlos V), quien no le había dado un heredero
varón.
Clemente VII [Retrato de Sebastiano del Piombo] |
De esta forma,
a partir de 1527, con la ayuda de los reformistas ingleses, Henry VIII inició
el proceso que culminó con su separación de la Iglesia de Roma, la cual se
formalizó en el Parlamento inglés en 1534 con la aprobación del Acta de Supremacía.
No obstante,
antes de que esto ocurriese, ya se había producido la dimisión de Thomas More
como canciller (de la cual ya os hablado en entradas anteriores), la invalidación
del matrimonio entre la reina Catalina y Henry VIII; y el matrimonio entre este
último y Lady Anne Boleyn.
Así pues, con dicho
acta, el monarca se reservó el gobierno de la Iglesia, el derecho a luchar contra
las herejías y el de excomulgar. De esta manera, se inició un periodo oscuro
para los católicos ingleses que vieron la ejecución de Thomas More y John Fischer, obispo de Rochester. Pese a esto, se debe ser consciente de que la Reforma
fue paralizada en 1538 por el rey que acabó con las iniciativas de Cranmer, destituyó
a Cromwell y restableció la ortodoxia.
Henry VIII [Retrato de Hans Holbein, el Joven] |
En definitiva,
a partir de todo esto, se observa que, efectivamente, la Reforma Anglicana tuvo un carácter
artificial, puesto que sus reclamaciones no se basaban, exclusivamente, en las
tropelías de la Iglesia ni en el deseo por conseguir un heredero varón por el
monarca (tal y como han vendido las numerosas series y películas de este
siglo), sino en una lucha de poder entre el monarca y el Papa, en un momento
marcado por el nacimiento de las incipientes monarquías absolutas.
PD: Espero que os haya gustado esta entrada, ¡Saludos!
Bibliografía
Bennassar, B., Jacquart, J, Lebrun, F., Denis, M. y Blayau, N. (2013). Historia Moderna. Madrid, España: Akal.